Después de más de un año pensando en "como hacer" lo que "quiero hacer", me he decidido por la naturalidad...dejar que mis dedos escriban lo que me sale de dentro.
Si, estamos en Nueva Zelanda desde hace ya casi un año, en Mayo lo hará, y ni la gente, ni los paisajes, la gastronomía, el deporte o la pila de rubios y pelirrojos que hay por aquí me han llamado tanto la atención como la ausencia de corrupción en el país. Lo que me sale de dentro es el poder aseverar que "Nueva Zelanda is different", es un pais sin atajos, sin pelotazos, sin picaresca y con una conciencia general de grupo y de comunidad. Los impuestos hay que pagarlos porque son buenos para el pais y por extensión para la gente, nadie defrauda, todos pagamos en función de lo que tenemos, cobramos y consumimos.
Pero a su vez es un colectivo muy exigente, todas y cada una de las acciones que el Gobierno lleva a cabo, son miradas y analizadas con lupa hasta por el último kiwi que te encuentras, no en vano es su dinero y los gestores (politicos elegidos distrito a distrito) trabajan para ellos. De ahí que "lo habitual" para mi, lo que traía aprendido de España (este politico es bueno porque roba menos que este otro) choque tanto por estos lares.
Me siento orgulloso de mi origen, soy español hasta la médula y nunca, bajo ningún concepto renegaré de donde vengo, del país de Rinconete y Cortadillo, del país del Lazarillo de Tormes, de un país en el que el pícaro es el gracioso y la improvisación un arte...pero despues de un añito por aquí, he encontrado algo en lo que envidio a los kiwis...el orgullo de pertenecer al "Pais menos corrupto del Mundo".
